martes, 2 de septiembre de 2008

Todos ya en marcha... ¿Todos?

by Sema O'Neal

Informe número 1, detallado por horas según he ido anotando en mi libreta los sucesos representativos del día.

5:00. La alarma suena y me despierto. Me levanto rápidamente y me aseo
5:05. Hago estiramientos
5:10. Salgo del albergue. Gracias a que he dormido vestida con la ropa que iba a llevar para andar, puedo comenzar la etapa con la mínima dilación posible
5:43. Alcanzo al peregrino desconocido al que he etiquetado como A-37, que debe llevar unos kilómetros de adelanto respecto a mi. Le saludo con un movimiento de gorra y le adelanto velozmente
7:00. Me paro para descansar
7:03. Continúo el trayecto. Un pequeño descanso es necesario para recuperar energías, pero no puedo pararme mucho tiempo, que el tiempo apremia
7:47. Alcanzo al grupo de desconocidos X-52. Les saludo con mi habitual movimiento de gorra y les adelanto velozmente
8:00. Hora del desayuno. Mientras camino, abro una lata de sardinas y me hago un bocadillo.
9:13. Durante 10 minutos, voy adelantando a un amplio rosario de peregrinos con poca distancia entre cada grupo. Deben haberse levantado hace poco, pero su ritmo es tan lento que apenas los veo como sombras fugaces mientras les adelanto. Sería incapaz de determinar cuántos y qué eran. La verdad es que no comprendo a la gente que es incapaz de tomarse esto con la debida seriedad.
10:00. Me paro para descansar
10:03. Continúo el trayecto
11:00. Hora del almuerzo. Mientras camino, abro una lata de sardinas y me hago un bocadillo.
11:43. ¿Un gallo cacareando?. ¿A qué hora se levantan los gallos aquí?. No permito que este pensamiento me descentre y continúo caminando con ritmo fijo y la mirada siempre al frente
12:00. Llego al albergue de destino. Estiramientos.
12:05. Concluyo mis estiramientos mientras espero a que abran el albergue.
13:00. Me inscribo en el albergue.
13:15. Mientras camino por el pasillo hacia mi habitación, abro una lata de sardinas y me hago un bocadillo.
13:20. Examino mis pies. Todo en orden. Me doy una ducha y me pongo Vips Vaporups en los pies.
13:50. Lavo y seco la ropa utilizada durante el día.
14:00. Doy la etapa por concluida. La satisfacción del trabajo bien hecho me embriaga y me llena de paz. He evitado el sol y he llegado a tiempo para coger sitio en el albergue, y ahora tengo toda la tarde libre para descansar. Me meto en la cama y probablemente no salga de ella en toda la tarde (... ¿para qué?).


by Sid

Sólo en mi primer día, creo que ya estoy descubriendo por qué tanta gente disfruta tanto el Camino. La palabra es paz. Sencilla, interior, íntima (aunque sigo sin pillar lo que me contó el puto sensei), tranquila y... bueno, y pacífica, claro. En este mundo, todo está unido con todo mediante vínculos, y esta paz del camino me ayuda a observarlos e interiorizarlos.


by JB

¡Finalmente conseguí salir y por fin escribo desde el camino!. No sé cómo de complicado será hacer el Camino, pero empezarlo ya es complicado, con esos horarios de autobuses tan indecentes.

Dicen que uno de los factores más importantes en el Camino es hidratarse bien. Yo lo estoy haciendo a conciencia... ¡jamás había bebido tanta cerveza!. No quiero agobiarme mucho con acabar pronto las etapas, creo que es mejor dedicar tiempo a disfrutar el propio camino y todo lo que te ofrece. Así que me paro en todos los bares que encuentro, con los peregrinos que tenga a mano en cada momento.

Al comenzar el Camino te dan una "credencial" que hay que entregar al llegar a Santiago para que te den el diploma de peregrino (la compostelana, que se llama). La credencial tiene huecos para ir estampando los sellos de los albergues donde se duerme y de las parroquias y ermitas que se visiten, es una forma de demostrar que has ido parando en varias ciudades en tu trayecto. Sólo con un par de días, mi credencial está ya casi llena... ¡desde que descubrí que en los bares también la sellan!.

En fin, que la cosa tiene buena pinta, intentaré estar sereno de vez en cuando para escribir algo por aquí.


by Pijus

Creo que voy a morir.

He intentado levantarme y no puedo ni poner los pies en el suelo. Me han salido ampollas sobre las ampollas y bultos sobre los bultos (y puede que incluso pies sobre los pies, si es que a esta masa informe se le puede seguir llamando así). Tampoco puedo moverme mucho en la cama sin ver las estrellas. Creo que esto es lo más parecido al infierno que debe existir en la Tierra (si es que sigo estando ahí, cosa que empiezo a dudar).

A tomar por culo. Hace un rato he llamado al "mochilero" que llevaba las mochilas en coche y le he preguntado si tenía sitio para uno más. Tras una pequeña negociación en la que yo ofrecía más y más y él sencillamente se partía de la risa, al final ha aceptado llevarme.

Así que aquí acaba mi andadura. Creo que he visto suficiente para mi parte del estudio, o al menos tengo anotada una amplia lista de quejas a los organizadores. Eso sí, me temo que esta pequeña incursión no me ha ayudado demasiado a entender el Camino, al contrario, cada vez entiendo menos cómo alguien puede disfrutar con algo que está tan evidentemente poco preparado para nuestra sociedad moderna. Seguiré leyendo y comentando los sucesos de mis compañeros, por lo que este suceso será sin duda positivo para la buena organización de nuestro estudio .

Por otra parte, mañana cojo un vuelo y me voy a Cancún, a la Riviera Maya, con unos amigos del club de golf. Hotel de 5 estrellas y todo incluido. Y por sólo 200 euros más, tendré una habitación para mi solito.

Esto es vida, señores.

No hay comentarios: