jueves, 4 de septiembre de 2008

¿Un zorrillo?, ¿un viejo?, ¿un vendaval?

by Sema O'Neal

Mi informe de hoy es sobre el día de ayer, por ejemplo... no pongo los del resto de días que estoy caminando pues son de un gran parecido, lo cual no deja de llenarme de orgullo por lo bien que estoy siguiendo mi plan diario.

5:00. Me levanto
5:05. Estiramientos
5:10. Salgo escopetá
5:43. Peregrino desconocido A-37
7:00. Descanso
7:03. Fin descanso
7:47. Grupo de desconocidos X-52
8:00. Desayuno (bocadillo de sardinas)

8:41. ¡Me cruzo con un zorrillo!... bueno, o algo así, la verdad es que a la velocidad que voy podría haber sido hasta un gato...

9:13. Grupos varios como sombras fugaces
10:00. Descanso
10:03. Fin descanso
11:00. Almuerzo (bocadillo de sardinas)
12:00. Destino alcanzado. Estiramientos.
12:05. Fin estiramientos.

12:25. ¡¡¡¿Un gallo cacareando?!!!. ¡Esta no era su hora, debería haber cacareado exactamente a las 11:43!. ¡¡¡De hecho, joder, debería haber cacareado al amanecer!!!, ¿qué hacen aquí con los gallos?. Estos puñeteros bichos están estropeando mi sistemático plan, aunque seguiré siendo concienzuda.

13:00. Inscripción albergue.
13:15. Bocadillo de sardinas
13:20. Pies Ok, como siempre. Soy la mejor. Ducha y Vips Vaporups
13:50. Lavo ropa
14:00. Fin del día.

Qué satisfacción interna más grande, estoy comprobando que el Camino de Santiago me permite ser yo misma contínuamente, y cumplir los objetivos que me trazo sin que nadie se interponga y me obstaculice. Esto es la gloria.


by JB

Estoy encontrando indicios que me hacen sospechar que mi ritmo no es el mejor. Al comenzar una etapa adelanté a un anciano peregrino que diría yo que iba más arrastrándose que caminando. "Ole tus huevos", pensé "a su edad y haciendo el Camino, ¡qué devoción!".

Pues bien, el viejo se convirtió en mi némesis particular.

Cada vez que me paraba a un bar, cuando la cosa se estaba empezando a animar, allí veía al fondo cómo se iba acercando la impasible figura del vejete, lento pero seguro, cual zombie en película de serie B. Al principio me lo tomaba a broma, pero a base de repetirse la situación, se acabó convirtiendo en algo personal... ¡o él o yo!, ¡sólo uno de los dos se convertiría en el "coche escoba" de la etapa!. No sé cuántas veces llegué a adelantarlo y él una y otra vez me pillaba en cuanto me descuidaba, es decir, en cuanto me paraba un ratillo en algún bar. El tipo más insufriblemente lentorro del Oeste, ¡pero ahí estaba!. Llegó un momento en que en cuanto lo veía, pagaba corriendo y salía echando leches para volver a pillarlo.

Finalmente, tomé una determinación: iba a estar durante un buen rato sin pararme en ningún bar, para sacarle una distancia considerable. Bueno, para ser sinceros, en realidad lo que ocurrió es que durante un tramo muuuy largo no apareció ningún bar. Y para ser más sinceros aún, la verdad es que a pesar de no haber bares me paré un buen rato a tirarme en la hierba y echar una partida de mus con unos colegas que me encontré. Y el viejo aprovechó para adelantarme, claro. Sospecho que ese es el motivo por el que empecé a lanzar órdagos a lo loco (y perdí, joder, que todo hay que decirlo).

Quedaban sólo 3 Km. para llegar a Villafranca, donde iba a acabar mi etapa. A pesar de los órdagos, no se veía al viejo a lo lejos. Sin embargo, la divina providencia vino a ayudarme. Una sospechosa flecha pintada en la carretera con una inscripción de "CASI" me invitaba a adentrarme por un camino de tierra. Caminaba y caminaba, y no aparecían ni el viejo ni Villafranca. Finalmente, después de mucho tiempo caminando, apareció por fin el anciano impasible. Sólo puedo decir que si tengo que comparar ese momento en que le adelanté con algún otro momento de mi vida, sin duda debe ser con un orgasmo. Y con uno de los buenos, no de los onanistas, ni de los pagados, ni siquiera de los que tienes con una tía a la que hoy le prometes la luna y al día siguiente la echas de casa. Aunque ahora que lo pienso, creo que esos son todos los tipos de orgasmos que he tenido. Pero si hubiera tenido alguno mejor, seguro que hubiera sido como adelantar al viejo.

El caso es que la sensación de euforia me duró sólo un ratillo, porque yo seguía caminando y caminando, ya durante hora y pico, y ahí no aparecía Villafranca. Ni un bar tampoco, todo sea dicho, que yo ya había decidido hace mucho interrumpir mi abstinencia en cuanto encontrara uno. Finalmente apareció Villafranca, cuando yo estaba ya en un estado absolutamente lamentable. Allí me contaron que al parecer esa señal que seguí era falsa, la habían puesto los lugareños de un pueblo cercano para que la gente pasara por su pueblucho de mierda.

Como encuentre al que pintó el "casi" le frío las criadillas. El muy capullo, al final... ¡me jodió el mejor día de mi vida!

Al día siguiente ya no vi al viejo. Quizá murió de una insolación, o quizá se lo comieran los zorrillos. Cuando empezaba a relajarme y dejar de mirar hacia atrás cada vez que me paraba un rato... apareció una vieja. Vestida de negro, bolsito en mano, agachada, mano a los riñones... Pero esa es otra historia que ya contaré el próximo día.


by Sid

Sigo con mi paz y mis meditaciones. O mejor dicho seguía, porque de repente empezó a caer una tormenta como no la había visto jamás. Lluvia fuerte, viento que me arrastraba, niebla que no me dejaba ver... ¡así no hay quien se relaje, diablos!. En ese momento me acordé de mi gran idea de venir sin "nada" para disfutar mejor de la Naturaleza. Ese "nada" incluye chubasqueros o similares, claro. Toma dosis triple de Naturaleza en vena.

Me paré a meditar, intentando insensibilizarme ante el vendaval que tenía ante mi. "No existe ningún sonido exterior", pensaba, "especialmente no existe el ¡Cloc-cloc-cloc-cloc-cloc! de la lluvia al caer, ni el ¡Fiuuuuu, fiuuuuuu! del puñetero viento". "Tampoco hay ninguna fuerza exterior actuando sobre ti", pensé, hasta que el viento me tiró y convirtió mi preciosa posición del loto en un bochornoso patas arriba.

Comencé a tener visiones de mi maestro zen: "Es la voluntad de la Naturaleza, las cosas ocurren porque sí y debemos acatarlo. El deseo humano de cambiar las cosas no es más que un exceso de vanidad. Nos guste o no, no podemos cambiar la Naturaleza.".

Bueno, en realidad comencé a tener esas visiones desde el momento en que saqué el peyote que llevaba y le pegué un buen bocado. También tuve visiones de Angelina Jolie, de un tío muerto en una parada de autobús en medio del campo, de unos angelitos elefante con trompa rosa, de Pijus vendimiando melones al sol, y de muchas otras cosas que ni siquiera he sido capaz de recordar o asimilar.

Al final me quedé dormido, con lluvia y todo. Creo. El caso es que al día siguiente desperté en medio del bosque, a un par de kilómetros del Camino y con un dolor de cabeza de cojones.


by Pijus

¡Hola, chicos! Veo que os va a todos muy bien con el Camino. Yo aquí en la Riviera Maya lo estoy pasando un poco mal, porque hace mucho calor y tengo que pasarme el día metido en el mar o en la piscina. Por suerte dejan que meta en el agua las piñas coladas y los sex in the beach, así que puedo mantener el ritmo sin problemas.

Ha habido gente que me ha pedido que ponga alguna foto para animar el estudio, ¡así que allá va una!:

1 comentario:

Adr dijo...

Este ha sido el día que más me ha gustado los informes... supongo que en parte por el hecho del "basado en..." (es terrible pensar la escalofriante similitud con mi experiencia en el camino este año) y porque los anteriores ya los había leido practicamente xDD.
Mi aportacion al estudio es que los gallos no cantan antes en el camino de Santiago por miedo a los zorrillos, su enemigo natural.