martes, 26 de agosto de 2008

Preparando la mochila (Pijus)

by Pijus

La preparación de la mochila es, según dicen muchos peregrinos, un momento de gran importancia. Dicen que sólo hay que llevar lo indispensable para no tener que soportar luego demasiado peso, y que lo suyo es que esté entre 5 y 10 Kg.

La verdad es que me está resultando sumamente complicado. O sea, ¿qué se puede considerar indispensable?. Desde luego, habrá que llevar ropa para todas las posibles circunstancias que se presenten. Ropa de deporte, ropa para salir, ropa de baño, algún traje por si surge algún evento... y ropa para caminar, claro. Aparte de una cazadora por si hace frío... o quizá dos, no se puede llevar la misma para salir que para vestir de sport, claro.

Lo peso. 20 Kg.

Errrr bueno, igual ya me estoy pasando un poco, y aunque hasta ahora sólo estoy metiendo la ropa, supongo que será lo que más pese. Y sobre todo, tengo claro que todo lo que he cogido es total y absolutamente indispensable. Y eso que todavía no había puesto el calzado, que parece que ocupa mucho, pero claro, para poder estar preparado en toda situación necesito las botas de andar, zapatos casual, zapatos de vestir, zapatillas de deporte, chanclas de baño, chanclas de andar por casa... y los zapatos abiertos, para situaciones más informales.

Lo que sí he notado es que decididamente, la mochila de 45 litros que aconsejan los otros peregrinos es demasiado pequeña. Así que he ido en un momento al Decathlon a comprarme otra más grande. Ya que cogía el coche, me he acercado también a comprar botes nuevos de todas mis cremas, que luego es realmente desagradable cuando se te acaba una en el momento más inesperado.

Al meter la ropa en la mochila y volver a pesarla he visto atónito que... ¡ahora pesaba kilo y medio más que antes!. Opino que el tipo que diseña estas mochilas es un mal profesional. No se puede pretender que mis cosas pesen 5 Kg. cuando la mochila vacía ya pesa 1'5 Kg. ella solita. Es más, creo que las mochilas en general son objetos muy poco prácticos. Aunque esta nueva mochila sea más grande, al ir metiendo los calzados, la ropa y los neceseres (también hacen falta varios, claro, para productos de mañana, tarde, noche y entretiempo), todo queda embarullado y sin el más mínimo orden. Para acceder a la parte de abajo tengo que sacar prácticamente todo lo de encima.

Para más inri, cuando he ido a meter los dos sacos de dormir (el ligero para noches calurosas y el más abrigado para noches frías, que no quiero coger un resfriado), ¡he visto que ya no cabían!. ¡Y eso que aún no había empezado a meter los juegos, ni siquiera quedaba espacio para el Trivial ni para la pelota de fútbol!.

A tomar por culo. He ido a mi armario y he sacado mi siempre práctica maleta Samsonite con ruedas. Creo que los peregrinos deberían ir modernizándose un poco, lo de las mochilas estaba bien hace dos siglos, pero la civilización ha avanzado mucho desde entonces. No hay nada como una buena y resistente maleta con ruedas para llevar todo lo que necesitas. Además, si cojo la grande seguro que tiene espacio para todo lo que no me cabía en las mochilas. Pijus, ¡lo que te vas a reir de los demás peregrinos durante el camino!.

En fin, meto el Trivial, el balón y el resto de juegos que tenía preparados y.... ains, ¡que no se cierra!. Me subo encima y hago presión y cinco minutos después consigo cerrarla. ¡Misión resuelta!.

P.D.: Repasando la lista de recomendaciones que suelen hacer los que ya han hecho el camino alguna vez, veo que me he dejado varias de las cosas que suelen indicar. Pero, francamente, si lo pienso fríamente, no creo que sean tan indispensables como las que llevo, y bastante me ha costado ya cerrar la maleta. ¿Betadine?. ¡Por Dios, ni que fuera a la guerra!. ¿Tiritas para ampollas?. En fin, en toda mi vida he tenido ampollas, así que no sé por qué iba a tenerlas ahora...

Definitivamente, los peregrinos necesitan modernizarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Di que sí, chavalote.

Impacientes Saludos.