jueves, 28 de agosto de 2008

Preparando la mochila (resto del equipo)

by Sid

El día previo lo he dedicado a la meditación para que la adaptación al camino sea más sencilla. Al fin y al cabo no tengo que preparar equipaje porque voy a ir sin nada, para que mi armonía con la Naturaleza sea mayor y disfrute del Camino de una forma más pura, sin apenas ataduras con la sociedad consumista que nos rodea, nos domina y nos pone bajo su yugo.


by Sema O'Neal

Creo que llevo bien preparado el camino, he leído consejos de varias webs y foros, he comprado un par de libros y he hecho con el ordenador un esquema agrupado por conceptos: equipaje, tramos, albergues, etc., reuniendo toda la información que he encontrado y asociándola con las costumbres y tradiciones de las localidades por las que se pasa.

Al quedarme demasiado grande, para reducir el peso hice otro esquema resumido, con hojas desplegables y las páginas más interesantes de los libros fotocopiadas con letra reducida (a color, claro, ¡no sería tan cutre como para hacerlas en blanco y negro!). El resto de información la he ido memorizando con el tiempo (al fin y al cabo hace cuatro meses que tengo hecho el resumen, así que me ha dado tiempo a aprendérmelo).

También he hecho un cursillo de primeros auxilios y otro organizado por la Asociación de amigos del Camino para curar ampollas, tendinitis y otras heridas y molestias de carácter general. Por otra parte, he preparado un botiquín con todo tipo de productos para los pies, especialmente el remedio mágico que sólo los peregrinos más avanzados conocen, el Vicks Vaporups para usarlo en los pies en lugar de vaselina tanto al inicio como al final de la jornada.

En cuanto al equipaje, aunque me costó un poco, a base de ir equilibrándolo un poco buscando materiales más ligeros conseguí mi objetivo de que pesara exactamente 5'00 Kg. Aunque para ello tuviera que comprar 2 sacos y 3 mochilas. También compré calcetines de trekking de 15€ el par, camisetas de secado rápido, un par de bastones de trekking y una gorra con pañuelo. Las zapatillas de deporte las compré de forma planificada un año antes, para que se amolden al pie y evitar así las ampollas.

Y por supuesto, he hecho un entrenamiento diario durante dos meses, aumentando gradualmente el número de kilómetros desde 4 hasta 30.

En definitiva, mi preparación ha sido la normal, la misma que hacen todos los peregrinos.

Supongo.


by JB

Al final se me ha echado el tiempo encima, no sé cómo puede ir tan rápido cuando uno quiere, jeje. He bajado a la tienda de la esquina y he comprado una mochila, y al subir a casa he ido echando las cosas que me han ido sonando que podían hacer falta. He incluido también un par de mini-botellitas de ron Negrita y JB, que nunca se sabe cuándo te puedes encontrar una máquina de refrescos (sin cerveza, o agotada). Y con algo habrá que rebajarlos.

Luego he llamado a un colega, antiguo peregrino, para que me contara cosas que llevar y el tío va y me cuenta que él llevó un machete. Y un amigo suyo llevaba un hacha (pequeña, al parecer, pero hacha al fin y al cabo). Ya los estoy viendo a la parejita, Rambo y Jason, sin nadie que se les ponga por delante. Ni puto caso a mi amigo, está zumbao. Aunque ya que estábamos hemos aprovechado para discutir durante horas, como siempre, sobre fútbol y tías (igual eso ha influido en que se me haya hecho tan tarde, ahora que lo pienso). El caso es que al final no sé ni lo que he metido, pero bueno.

Con tanto lío de preparar mochila, seguro que para cuando llegue al bar donde he quedado con los colegas para celebrarlo se habrán acabado ya las raciones, y yo sin cenar. Lo bueno es que lo que andemos de bar en bar me va sirviendo para hacerme a la idea del Camino (llamémosle "entrenamiento").

Mañana hay que madrugar para coger el autobús, así que digo yo que no me liaré mucho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Un machete en el Camino? A quién se le ocurre...


Impacientes Saludos.