lunes, 15 de septiembre de 2008

Conclusiones

by Pijus

En fin, ha llegado el momento de sacar conclusiones.

Primero estudiaré el caso de O'Neal. Es una chica que necesita tenerlo todo ordenado y bajo control, y aparentemente lo que ha encontrado en el Camino es... ¡lo mismo!. Mucho orden y control. Se marcó unos objetivos y los fue siguiendo sistemáticamente. Cuando le pregunté qué le había parecido su experiencia, estaba encantada, porque "había conseguido los objetivos que se había marcado".

Por otra parte, tenemos a Sid. Sid busca la espiritualidad y la paz, y encontró mucho de eso en el Camino. Pero no sólo eso, también es una persona que busca su sitio en el orden de las cosas, y curiosamente parece que es algo que también ha encontrado.

Por último, está JB. Alguien de objetivos mucho más, errrrr... terrenales, que busca ante todo diversión. Al parecer estaba encantado con su andadura, decía que se lo había pasado muy bien, que había hecho muchos "colegas" y que se había divertido mucho con las "aventurillas" o anécdotas que se iba encontrando.

Me pregunto cómo es posible que tres personas tan diferentes entre sí, y que por tanto buscan cosas tan distintas en la vida, las tres hayan encontrado en el Camino lo que buscaban.

Puede que el Camino de Santiago sea una especie de micro-mundo en el que entras y al marcarte unos objetivos y cambiar tus preocupaciones habituales por otras diferentes, por unos días dejes atrás tu vida y ansiedades anteriores. Puede que el ser humano necesite objetivos alcanzables, pero que supongan esfuerzo, para sentirse realizado, y que el Camino le proporcione eso. Puede que al dejar atrás tu vida anterior te preguntes, quizá por primera vez después de mucho tiempo, qué es lo que quieres conseguir. Y también puede que el Camino te lo dé.

No lo sé.

Lo que sí tengo claro es lo que me han enseñado mis propias experiencias

...

¡¡¡El Camino no está suficientemente preparado para mi!!!.

Está anticuado y habría que revisar muchas cosas que se hacen sólo por tradición. Seguramente el Camino mejoraría mucho si se cambiaran los caminos llenos de piedra por asfalto acolchado (además de escaleras mecánicas para las cuestas), los albergues por resorts, los bocadillos de sardinas de O'Neal (que ya se me atragantaban a mi cada vez que leía que tomaba uno) por restaurantes temáticos y las fuentes por playas con chiringuitos.

Mientras esto no sea así, ¡que no cuenten conmigo!.

Está claro, creo que, al final, ¡¡¡sigo sin entender el puñetero Camino de Santiago!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Digamóslo así: en el camino el final es una excusa, porque paso a paso te encuentras a tí mismo. No es lo que te de el camino, sino lo que tú le das al camino. Es como si fueras tú, pero en un contexto desnudo de las obligaciones externas, he ahí su virtud, porque aquí sólo aparecen las motivaciones y conceptos que cada uno porta en su mochila. ¿O no?.
Abrazos, Dani Pere Grino